Llamamos así a la cría racional, y bajo condiciones controladas de los conejos.En los últimos tiempos se ha constatado un fenómeno interesante en cuanto a las explotaciones agropecuarias: la diversificación de cultivos y la crianza de animales no tradicionales.Dentro de este marco encontramos el desarrollo con nuevos niveles técnicos de la cunicultura. Esta actividad, desarrollada ahora con fines comerciales, ha retomado una vieja costumbre de granjeros y quinteros de toda América Latina - que solían tener su pequeño plantel para consumo familiar - pero con horizontes más amplios y ambiciosos.Se trata de una actividad que puede encararse a todo nivel: desde el doméstico hasta el industrial, con muchas alternativas intermedias. Si bien la carne de conejo aún no es de consumo masivo en nuestros países, la revalorización de sus propiedades alimenticias ha disparado un interés en el mercado que se manifiesta en un lento pero continuo incremento en la demanda.Internacionalmente, existe ya una costumbre afianzada de incluir este tipo de carne en la dieta habitual, por lo que existen posibilidades firmes de exportación de la misma. Se ha comenzado a considerarla la carne del futuro tanto por sus cualidades alimentarias como por la prolificidad de estos animales, que permite la producción terminada en tiempos realmente breves, así como una continuidad extendida en todos los meses de año en forma constante.